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Historia del teléfono y el micrófono

Su invención

 

Existen inventos de los cuales se recuerda casi universalmente el nombre de sus creadores. Sin embargo, no siempre la realidad histórica concuerda con los nombres más famosos y conocidos. Ejemplos de ello son la Radio y el Teléfono. En el primer caso se piensa inmediatamente en G. Marconi pero, antes que él,  N. Tesla, e incluso el español J. Cervera, hicieron demostraciones y presentaron respectivas patentes. Del mismo modo, el nombre del teléfono está asociado a A. Graham Bell que en 1876 presenta su patente solo unas horas antes que su compatriota Elisha Gray. Sin embargo es Antonio Meucci el primero en utilizar en 1854 un dispositivo al que se le podría dar el nombre de teléfono. En 2002 el Congreso de los Estados Unidos reconoció a Meucci como inventor del teléfono. Seguía los pasos de la Corte Suprema de ese país que en 1943 hacía lo propio con Nikola Tesla con relación a la radio.
Muchos han sido y siguen siendo los tipos y modelos de teléfonos que se han desarrollado hasta la actualidad. Dado que una pieza esencial de cualquier tipo de teléfono es el micrófono, es lógico que la historia de estos últimos vaya pareja con los tipos de teléfonos.

El teléfono de Bell

Aunque, como hemos indicado, la invención primera del teléfono hay que asignársela la Meucci, es incuestionable que es Graham Bell el gran impulsor y desarrollador del teléfono como aparato comercial de comunicación. En el tercer volumen de la obra de Guillemin, El Mundo Físico, recoge una extensa reseña de las circunstancias en que Bell desarrolló su invento y las características del mismo. Aún hoy día, resulta admirable que Guillemin recoja esta descripción tan solo seis años después de la presentación oficial del invento en la Exposición Internacional del Centenario de la Independencia de Estados Unidos (Centennial Exposition) celebrada en Filadelfia el año  1876.
El teléfono de Bell original precisaba de dos aparatos independientes: el transmisor (micrófono) y el receptor. Este sistema presentaba el inconveniente de tener que tener duplicado el sistema para una comunicación bidireccional. Muy poco después de la presentación oficial de este aparato en la Exposición Internacional, dio a conocer un segundo modelo que unía en un solo aparato el transmisor y el receptor. Este es el modelo que conocemos habitualmente como teléfono de Bell.
El aparato funcionaba mediante el principio de inducción electromagnética. Una membrana metálica vibraba bajo la acción de la presión sonora y producía una variación de flujo magnético en una bobina que poseía un núcleo imantado. La corriente inducida excitaba el receptor situado en el extremo de los cables, que tenía una disposición idéntica al emisor. El dispositivo era simple y compacto pero presentaba el inconveniente de que las corrientes así producidas eran muy débiles y su transmisión a larga distancia era prácticamente imposible. Muchas fueron las variantes que se dieron al teléfono de Bell y a todos estos tipos se les denominó teléfonos magnéticos.

Micrófonos y receptores

Según hemos dicho, el micrófono es un elemento consustancial al teléfono aunque en realidad nació algunos años antes. El nombre se debe a C. Wheatstone que lo utiliza en 1824 que lo utiliza para referirse a dispositivos mecánicos que permitían la amplificación del sonido emitido por instrumentos musicales. Pero son los micrófonos eléctricos de carbón o de inducción los primeros en ser utilizados prácticamente. El micrófono de Hughes es un sencillo dispositivo que utiliza una barrita de grafito. El débil movimiento de la barra de grafito sobre dos contactos produce una variación de resistencia que puede ser detectada en un dispositivo receptor.
Una modificación del micrófono de Hughes es el C. Ader (1878) que utilizaba varias barritas de grafito. Utilizando la misma idea de  contactos de resistencia variable pero con un lámina metálica, E. Berliner un tipo similar de micrófono que posteriormente combinaría con el de F. Blake, bajo el paraguas de A. G. Bell.
También en 1877 T. A. Edison patenta un micrófono basado en el contacto variable de gránulos de carbón sobre una membrana. La patente de Berliner entra en conflicto con la de Edison y la compañía Bell durante años se ve obligada a sortear obstáculos que los derechos de Edison le presentaban.
Por su parte, el teléfono de Edison no podía ser utilizado como receptor, lo que obligaba a depender del receptor Bell. Así pues, los intereses comerciales de uno y otro estuvieron entrelazados hasta que la Compañía Bell compró finalmente la patente del micrófono Edison por una sustanciosa cantidad de dólares.

El Teléfono GOWER

Fruto de estos problemas es el modelo de teléfono Gower-Bell. Su introducción en Gran Bretaña tiene como objetivo evitar el conflicto de patentes, tanto la de Bell como la de Edison. En su versión más compacta, junta el receptor (auricular) y el emisor (micrófono) en una sola pieza formada por un cilindro metálico del que emerge un tubo de caucho como canalizador del sonido. En modelos de pared, el tubo está duplicado. Como micrófono emplea 6 u 8 barritas de grafito montadas en estrella. Para el receptor emplea un imán semicircular con dos bobinas que presionan una membrana. Este teléfono fue presentado en la Exposición Universal de París de 1878.
Este teléfono conseguía unos niveles eléctricos relativamente altos pero, según se especifica en los manuales de la época, parece que producía un tono de voz excesivamente metálico.

El español Sánchez-Arjona en uno de sus múltiples viajes, por esas fechas adquirió en París dos teléfonos de la marca inglesa Gower-Bell y tendió una línea telefónica de 8 km, entre su domicilio particular en Fregenal de la Sierra (Badajoz) y una finca de su propiedad llamada «Las Mimbres» situada al este de la ciudad bajoextremeña.
La primera prueba que se llevaría a cabo con los teléfonos situados en su casa de Fregenal y el de la finca de las Mimbres se realizó el día 19 de marzo de 1880, realizando de ésta manera la primera llamada telefónica en España y posiblemente la primera a larga distancia en Europa. Al menos esto es lo que se indica en la entrada de Wikipedia de Rodrigo Sánchez-Arjona. Por otra parte, poco más de 2 años antes (5 – 12- 1877) , en la Escuela de Ingenieros Industriales de Barcelona, se realizaron las primeras experiencias de comunicación con dos teléfonos Bell, adquiridos por el industrial Dalmau pocos meses después de la presentación del propio Graham Bell. Según el juicio de alguno de los asistentes, la experiencia fue algo decepcionante.
Estas referencias cronológicas son importantes para destacar la fecha de adquisición del Teléfono Gower del Instituto Zorrilla. En la Memoria del curso 1881-1882, en su página 77, se especifica una larga lista de material científico adquirido para el centro. Como es sabido, en esa época había obligación de invertir en ese material una sustanciosa parte del dinero ingresado por tasas. Parece que existió en el curso 1879-1880 una partida sin ejecutar que se detalla en el curso 1881-1882. En la relación aparece en el número 6 un Teléfono Goiver, anotando el importe del mismo: 120 pesetas. Cantidad impresionante, teniendo en cuenta que este solo elemento representa casi el 5 % del importe de la partida mencionada (2.215 pts). Tanto si fue adquirido en el mencionado curso o en los años anteriores, es incuestionable la extraordinaria novedad del dispositivo y lo temprano de su adquisición, equiparándolo en fechas al adquirido por Sánchez-Arjona. No podía ser de otra forma, dada la vida relativamente breve de la que gozó el dispositivo.

Fichas relacionadas:

NI-0083 Micrófono Bell

NI-0102 Micrófono de Hughes

NI-0130 Teléfono Gower

NI-0130 Teléfono francés

 

Enlaces de interés:

http://www.telephonecollecting.org/Bobs%20phones/index.htm
http://fredouille.pagesperso-orange.fr/index1.htm

J.L.Orantes