Nota: El siguiente texto está extraído del Catálogo de la Exposición "INSTITUTO ZORRILLA 150 años de Enseñanza Pública" y fue elaborado por el Profesor D. Antonino González Fernández.
El Sueño
Valladolid en el comienzo del reinado de lsabel Il, después de la Regencia de Espartero, con un gobierno moderado, presidido por Narváez, empieza o desperezarse de un largo letargo que arrastra desde el siglo XVII, con motivo del traslado de la Corte de Felipe III a Madrid. La ciudad conventual y religiosa, empujada por un sector de la burguesía que ve en la incipiente industria y en la actividad comercial las palancas básicas del despegue, da un paso decisivo hacia la modernidad.
En el Valladolid plagado de iglesias y conventos, empiezan a aflorar las fábricas de harinas, las industrias textiles, los talleres de la Renfe, coincidiendo con el nacimiento de un periódico como el Norte de Castilla, que se convertirá en el decano de la prensa española. Lento pero decididamente, Valladolid quiere mirar hacia delante, transformándose desde dentro y proyectándose hacia fuera. Ahí radica el interés mostrado por una todavía balbuciente burguesía, que está empeñada en dinamizar la vida de la ciudad.
Así es como se inicia, o pesar de los dificultades y las carencias, dentro de un clima poco propicio a favorecer la cultura, un nuevo diseño de la Instrucción, que cristalizará en el Instituto de Segunda Enseñanza, auténtico vivero para generaciones de estudiantes y después universitarios.
El año 1845 se desligó la enseñanza secundaria de la universitaria mediante un decreto del entonces ministro de la Gobernación, D. Pedro José Pidal, que responde al llamado "Plan Pidal". Aquí se inició la reforma educativa de la década moderada (1844-1854), cuyo protagonista es Ortiz de Zárate, como responsable de la Instrucción Pública. Nos encontramos ante el nacimiento de los Institutos en España. Sin embargo, todavía no tienen autonomía, porque surgen como agregados a la Universidad e inscritos en la Facultad de Filosofía y Letras.
En el caso de nuestro Instituto, o pesar del reajuste de espacios y de aulas en la Universidad, el incremento de matrícula obligó o ubicarlo en la Hospedería del Colegio de Santo Cruz el año 1849, tal como queda recogido en el Diccionario de Pascual Madoz cuando describe la relativo al Colegio de Santa Cruz:
" ... tiene espaciosas salas, encontrándose en una de ellas la biblioteca provincial, el Museo y en su parte accesoria el Instituto de Segunda Enseñanza" (Pascual Madoz, Diccionario Geográfico-Estadístico-Histórico. Valladolid, Edición Facsímil. Ámbito, 1984, pág. 204).Desde 1849 hasta 1901 en esta Hospedería de Santo Cruz se desarrollará la actividad docente de varias generaciones.
El 9 de septiembre de 1857 vio la luz una de las leyes educativas más importantes de la España contemporánea, la "Ley Moyano", que supuso un revulsivo en todo la Instrucción Pública y, especialmente, en la que atañe a la enseñanza media. Es a partir de entonces cuando el Instituto se emancipa de la Universidad y consigue la mayoría de edad. Esto explica que en la conmemoración (2007) aparezcan los 150 años, aunque la separación real se produjo al finalizar el curso 1858-1859.La ley Moyano supuso la consagración definitiva de los Institutos, manteniendo su división en varias clases de acuerdo con la entidad de la población. Habrá un Instituto en cada provincia que abarque los estudios generales y los de aplicación. Los gastos de mantenimiento de los centros y del personal correrían a cargo del presupuesto provincial.
La nueva andadura pasó por muchos avatares porque la vieja Hospedería no reunía las condiciones adecuadas para impartir con normalidad las clases. Pero el entusiasmo, la dedicación y el espíritu del profesorado hicieron posible que muchas generaciones de estudiantes, en medio de la precariedad, salieran preparadas para continuar los estudios universitarios.
Durante varios cursos las asignaturas de carácter experimental, como la Física y Química y la Historia Natural, se siguieron impartiendo en la Universidad para aprovechar los laboratorios, de los que no disponía la Hospedería. Al finalizar el curso 1865-1866 se desliga definitivamente el Instituto de la Universidad.
Ni el edificio, ni el material del que se disponía satisfacían al Claustro de Profesores, que ya comenzó a demandar otro edificio más acorde con las necesidades educativas, pero tuvieron que pasar décadas para que este deseo se convirtiera en realidad, a pesar de que el año 1868 la Diputación Provincial de Valladolid cedió los terrenos que serán el solar del futuro Instituto, conocido como "el corralón de San Pablo".